Ebrard exige a Morena candidaturas y una disculpa pública, aunque sigue negociando en MC
M. Badillo afirma que Marcelo Ebrard no tiene posición para hacer este tipo de peticiones, nunca fue de Morena y el presidente ha dicho que ha sido buen servidor público, pero solamente eso. Dice que no hay competencia por parte del aspiracionista a candidato a la presidencia.
Según información difundida por la periodista Elia Castillo Jiménez del periódico El País, Marcelo Ebrard solicitaría a Morena entre 26 y 27 por ciento de las candidaturas “para su gente más leal” y una disculpa pública de la dirigencia del partido en la se reconozcan los errores e irregularidades en la encuesta definió a la Claudia Sheinbaum Pardo como Coordinadora de los Comités de Defensa de la 4t.
Las exigencias, además de ser completamente antidemocráticas, parecen diseñadas para obligar al rompimiento con el movimiento impulsado por el presidente López Obrador. Para Ebrard, parecería que ya no importa lo que dictamine la Comisión Nacional de Honestidad de Morena, ni los procesos de selección de candidaturas en cada uno de los estados. Lo que no parece claro es lo que va a ofrecer a cambio de los puestos y las disculpas.
Por otra parte, lo que exige el excanciller a Movimiento Ciudadano (MC) son los primeros puestos en las listas del Senado y la Cámara de Diputados para su equipo más cercano, una candidatura de unidad y, sobre todo, paciencia. Con el cumplimiento de estas condiciones le daría el sí a MC para convertirse en su candidato presidencial en el proceso electoral de 2024.
Queda claro que a MC le conviene ampliamente poder cumplir las peticiones de Ebrard. No solo ganaría un buen candidato, también podría ampliar su presencia en el Congreso al integrar a su partido a 28 diputados y siete senadores.
La definición de Ebrard se anuncia para el 4 de noviembre, día en que la Comisión Nacional de Honestidad de Morena dará a conocer sus deliberaciones sobre la impugnación del excanciller a los resultados en el proceso interno del partido.
En fin, esperemos que el chantaje a Morena y el trato a MC como plato de segunda mesa no dejen al excanciller como el perro de las dos tortas.
